miércoles, 11 de junio de 2008

La Inflación en El Salvador, es dietética

La inflación en el país alcanzó el pasado mes de mayo un récord de 8.4%. Mal récord por cierto, uno de los peores de los últimos veinte años. Eso quizá va para peor.

Primero, ¿qué es la inflación?

De acuerdo a Wikipedia Inflación es:
En economía, la inflación es el aumento sostenido y generalizado del nivel de precios de bienes y servicios, medido frente a un poder adquisitivo estable. Se define también como la caída en el valor de mercado o del poder adquisitivo de una moneda en una economía en particular, lo que se diferencia de la devaluación, dado que esta última se refiere a la caída en el valor de la moneda de un país en relación con otra moneda cotizada en los mercados internacionales, como el dólar estadounidense, el euro o el yen.


Pero que es ese chunche.
Ese bolado en buen salvadoreño, no es que la gente se este haciendo más gorda, aunque en mi última visita, la mayoría de la gente estaba creciendo, si realmente creciendo horizontalmente. Pero poniéndonos serios, la inflación es que podemos comprar menos con nuestro dinero; pues los precios se han disparado hacía arriba. Es decir que el primo solo se comerá 8 pupusas en vez de 10.

Si ese chunche de la inflación es bueno pa la dieta, hace que la gente coma menos, o se endeude más; al final el resultado es el mismo, más hambre y menos buena alimentación.


Los salarios de este día, o del día que la midieron, que se la midieron o como sea, dijeron que la inflación era del 8.4%, si es la inflación del 2008, quiere decir que por cada 100 dólares que tengamos hoy, estos ya valen 8.4 dólares menos que en diciembre del 2007. O en otras palabras, la onda es que en lugar de 100 tenemos 91.6 dólares; por el efecto de la inflación. Aunque el billete vale lo mismo, pero las cosas valen más.

Decir el 8.4% es oficial, por que lo leía en la Prensa Gráfica, pero la inflación en los bolsillos de la gente se ha de sentir mucho más.

Y la gente puede decir, y ¿a mí que?, si y recibo los mismos 100 dólares al mes por trabajar como burro, para vivir como pollo. Bueno, las cosas son las que están más caras dirán. Y por supuesto, el empresario no deja de ganar por la inflación; lo que hace es que su producto lo vende "más caro", es decir, le sube el precio para recuperar el valor que realmente tiene.

Esto equivale a decir, que la majada en lugar de 5 dólares el día, debería estar ganando, 5.42 diarios para que la inflación no me tocará. Pero allí vienen otros chunches más complicados.

Pero, y si la inflación esta así, ¿yo qué puedo hacer?; por el momento nada. Pero ¿sabe usted por que la inflación se dispara tanto?

Se dispara por malos manejos en la economía, malas decisiones y en quien gobierna, es decir en la presidencia de la república. Entonces que puede hacer, Cambie al presidente o váyase de mojarra para Europa, pues para Estados Unidos ya no contiene.

Por eso, evalúe bien, si quiere seguir votando por los mismos que han hecho que el pollo campero suba un montón de veces de precio. O por alguien que trate de arreglar de verdad estos problemas.

Puede elegir por alguien que ha hecho que las pupusas sean artículo de lujo, y los frijoles no se vean más que en mi página. O por alguien que puede luchar por que las cosas cambien, desde el gobierno, me refiero a Mauricio Funes.


Yo si estuviera en El Salvador, votaría por Mauricio Funes, para tratar junto a él, de cambiar las cosas que más hacen aguantar hambre a los cipotes. La inflación, la pobre como tal, no es culpable de la delincuencia, pero cuando hay inflación hay más hambre, hay más necesidad de billetes, hay necesidad de meter la mano donde no se debe.

No estoy justificando la delincuencia, pero en un país como el nuestro que la gente se ha enfermado de compritis, pues si digo consumismo, me dirán consumismo marido. No la gente hoy compra tiempo aire, celulares, etc., etc., cosas que probablemente no sean tan necesarias.

Pero bien, la inflación insisto es dietética, si quiere rebajar y llegar a la hambruna, vote por los que se han mantenido en el gobierno desde que tengo memoria.