Por favor, honorable serán algunos allí pero muy pocos. Afirman que el FMLN está detrás de lo que alguien llama golpe de estado; en la Asamblea Legislativa afirman que le "quieren" dar golpe de estado al presidente, y este amenaza con no votar (él y su partido) por las reformas, leyes y otras que nuestro país necesita. Situación digna de infecciones parasitarias parlamentarias.
En El Salvador, mi amada patria, hay políticos que más parecen solitarias, amibas o giardias, hay en El Salvador partidos políticos vivos con base a artimañas y el engaño de algunos pocos salvadoreños, que en su ignorancia, le dan poder político importante a gentuza que no vale la pena en la dirigencia de nuestro país. Gente a la cual todo salvadoreño decente debería ignorar y ni siquiera saludar, gente que no es digna de ser llamada honorable.
En América latina admiro a pocos mandatarios, tres realmente, pero dos en especial ocupan un lugar privilegiado por lo que hacen por sus pueblos. Cada uno de estos dos se encuentran en los extremos del espectro político, Uribe y Chávez.
Uno con una dictadura de derecha, disfrazada de reelecciones, y otro con otra dictadura disfrazada de lo mismo. Sin embargo, más que una crítica es admiración de mi parte la que reciben, pues en ambos casos están haciendo una gran labor por sus pueblos.
En El Salvador necesitamos eso, un líder que logre desbaratar las maltrechas operetas que montan nuestros políticos con tal de seguir mamando a dos tetas del pueblo, tal parásitos que viven mientras su huésped muere. Un dictador que señale un rumbo nuevo preguntará alguien.
Esta no es una invitación a abolir los lineamientos constitucionales del poder y la autoridad en El Salvador, pero es un grito desesperado para que lo piensen, y al hacerlo dejen por fuera a parásitos políticos que solo fomentan la corrupción y el retraso de nuestros pueblos.
Basta ya de extorsiones políticas; estos no son salvadoreños, esos son parásitos de los salvadoreños.