miércoles, 1 de diciembre de 2010

Penitencias y Ayunos para Dios!

Señor:
¿Qué ayuno y que penitencia puedo ofrecerte?

Hijo mío, No necesitáis mortificar o lacerar vuestro cuerpo para conmover a mi Espíritu, para despertar mi piedad o para haceros llegar mi Caridad.



¿Acaso creéis que sea necesario para vuestro Padre, ver en vuestros ojos lágrimas y en vuestro corazón el dolor para apiadarme de vosotros? Eso sería atribuirme dureza, insensibilidad, indiferencia y egoísmo. ¿Acaso concebís así a vuestro Padre que es todo Amor para sus Hijos?

Yo os digo: Quienes se procuran sufrimientos y penitencias corporales, es porque no tienen el menor conocimiento de cuales son las ofrendas que les benefician y las que son agradables ante Mí, ni tienen idea de mi Amor ni de la misericordia de vuestro Padre.

Si queréis ofrecerme alguna penitencia, doblegad la reaciedad y el materialismo de vuestra materia.

Desechad el rencor y brindad el perdón a quienes os han ofendido, apartad vuestro egoísmo y haced la Caridad, despojaos de vuestra soberbia y vestíos de Humildad.

Y si queréis ofrecerme algún ayuno, que sea apartándoos de lo superfluo, de todo aquello que os es  perjudicial.

No os pido que os apartéis de vuestros deberes materiales ni de los sanos goces del corazón y de los sentidos.

Solo os pido que renunciéis a todo aquello que envenena a vuestro Espíritu y enferma vuestro cuerpo.

Ese es el verdadero ayuno, la verdadera vigilia, que debéis ofrecerme Hijos míos.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!

Tomado de un hermoso power point que me enviaron

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