jueves, 7 de marzo de 2013

Hugo Chávez,

Bueno, malo, tirano, dictador o ¿un redentor del pueblo?

Personalmente no lo puedo juzgar, pero me pregunto:

¿Cuántos pueblos despiden así a un hombre?
¿Cuántos pobres lloran a un presidente?
¿Cuántas "buenas" personas serán despedidas de manera similar?
¿Cuántos editorialistas, dueños de medios, multimillonarios, ministros religiosos habrán dejado una huella tan grande en su pueblo, en sus seguidores, en sus empresas?

¿Quién define bueno?

Ver a un pueblo llorando por un hombre, es algo que pocas veces he visto en las últimas décadas, ojalá y surjan más lideres que hagan vibrar a un pueblo de la misma manera. No importa si son de derecha, de izquierda, religiosos o lo que sea.

Cada uno tendrá sus defectos, sus detractores, pero cada uno que surja le dará esperanzas a un pueblo plagado de esclavos modernos.

Burlarse de la muerte de un hombre es olvidarse de la esencia Divina que hay en nosotros. Gozar del dolor ajeno es negar a Dios.


Olvidarse de un pueblo es olvidar a Dios.

Ricos y pobres somos uno solo en Dios, qué lástima que solo nos acordamos de Él, Dios, en Semana Santa y en Navidad.

Ojalá y nazca un Hugo Chavéz, con mejores virtudes y menos defectos, en el corazón de cada uno de nosotros.

4 comentarios :

Anónimo dijo...

Tengo tantos problemas en mi vida,y uno de ellos es que los traumas de la guerra me hicieron sentir apatía por los militares, y cuando Chávez llegó al poder, luego, luego, pensé en la época de las dictaduras, sobre todo partiendo en nuestra experiencia salvadoreña,y me equivoqué, porque la historia en Chávez nos dio una gran sorpresa.
Quiero agradecer a la humanidad haber dado a luz a un hombre como lo fue Chávez, extraordinario, visionario, inmerso en los pobres y por tanto, desde su espacio y función, buscó saciar sus esperanzas, promoverlos, liberarlos, y por eso tan odiado, pero era el precio a pagar, no creo que lo ignoraría. Creo que así como Bolivar y Martí fueron su inspiración para su labor, él será inspiración para las presentes y futuras generaciones. Dice Steven Coby que "cada cien años nace un grande, y Chávez es uno de esos, creo yo", quizá sólo se puede comparar con Monseñor Romero. Quiero agradecerte por esta entrega.

Unknown dijo...

Gracias a ti por tu comentario y lectura
Saludos

Anónimo dijo...

Son increíble las similitudes, los tres venían de una familia pobre, los tres ayudaban a los mas necesitados. Gozaron de una alta popularidad y cuando murieron multitudes los lloraron;: Pablo construyo un barrio con su nombre y Chávez también;.

Pablo y Hugo tenían dotes para hablar en público; ambos lograron acumular gran influencia en múltiples estamentos legales, civiles, económicos, religiosos y sociales, en Medellín Pablo y en Venezuela Hugo.

La carrera de los tres se basó en la imposición, en la violencia, en el irrespeto a las leyes, en el paternalismo, y la filantropía.

Ordenaban asaltos, instigaban intrigas contra sus opositores.

Usaron el dinero para dar de comer, para comprar voluntades, y someter las leyes a sus caprichos. Pablo igual que Chavez, fue político, construyo Escuelas, canchas deportivas para los niños en los tugurios, regalaron comida a los mendigos, construían casas, escuelas y unidades de salud, y hasta Iglesias; uno con el dinero de las drogas y el otro con el proveniente del petróleo.

Chávez igual que Al Capone hizo un brillante manejo de las relaciones públicas para labrar su leyenda. Ambos anormales conquistaron el poder absoluto; cultivaron su imagen como compasivos hombres de honor, haciendo gala de una monumental hipocresía.

Los tres sátrapas provocaban genuina simpatía entre parte de la población, hasta tal punto que su presencia en acontecimientos de cualquier indole generaba ovaciones espontáneas. Había incluso gente que le paraba por la calle para besarles las manos. Siempre se presentaban como servidores públicos, incluso como Robin Hod´s modernos.


En 1929 Al Capone incluso fue nombrado el hombre más importante del año, junto con personalidades de la importancia de Albert Einstein y Mahatma Gandhi. Capone declaró haber gastado 100 mil dólares en dar comida a los desempleados, y en una Navidad regaló cinco mil pavos a los hambrientos. Abrió comedores para alimentar a los pobres, e incluso presionó para botella de leche que data de garantizar la seguridad de los niños de la ciudad. Y Chávez décadas después lo emulo.

Anónimo dijo...

asco de gorila